Opinión

Ciudad de Dios

por Luis Gasulla*

Detrás de los secuestros, los Axel y los asesinatos que conmocionan a la sociedad por su valor simbólico, mezcla de desidia estatal, corrupción y exceso de poder de alguno de los poderes represivos en cualquiera de sus formas -policía, provincias que parecen feudos, militar o mafioso- (Bulacio, María Soledad, Carrasco, Cabezas) se esconden debajo de la alfombra de la alta sociedad, las decenas de asesinatos diarios que nadie se entera, peleas callejeras entre chicos cada vez más chicos que solo buscan sobrevivir entre la mugre. Ellos no eligieron este mundo pero lo viven. Lo sufren. Son la mano barata de un sistema que selecciona a los más fuertes y a los más débiles los deja matarse entre ellos. Es la ley de la selva.

 

 

Si tus ojos no soportaron tanta claridad de películas como Ciudad de Dios, en donde se refleja la violencia cotidiana en las favelas de Río de Janeiro, da vuelta la página y lee otra cosa. No todos queremos saber, ¿para qué?. La ficción es más divertida. Esto no es Brasil, ni te hablo del Gran Buenos Aires, sucede acá a la vuelta, en tu esquina, por las noches, un chico hace justicia por su cuenta, adultos venden por $10 armas a menores y policías reparten ganancias por no mirar lo que ven. " Te acostumbras a los golpes, a que te hagan cosas, que se junten y te pateen en el piso, desde chiquito por no saber jugar al fútbol, por no hacer lo que te piden. Uno se acostumbra a todo, al hambre, al dolor, a todo. Después lloras, no te lo voy a negar, pero es como que vas perdiendo los sentimientos ". Es más alto que yo, un metro setenta y siete pero su peso es de casi 50 kilos. Poco. " Antes no soportaba la comida, estaba mal conmigo mismo y comía y después lo lanzaba en el baño. Ya era cosa de todos los días. Así por un par de meses, por eso estoy tan flaco. Tendría que ver qué hacer ". Eso que parece un juego es bulimia. Acá las comidas no alimentan, los alimentos van y vienen, los cuerpos se acostumbran al estado de depresión, de dolor, de angustia y los miedos ya no asustan. La conciencia de los problemas es nula. " El barrio está pesado y la escuela no se soporta. La plata escasea y yo quiero tener esas zapatillas Niké que vos tenés, ¿por qué no puedo usarlas yo? Quiero salir y hacer cosas. Entonces salimos a robar boludeces, primero empecé como campana pero el pibe que entraba a afanar era medio lento. 12 años tiene y le dije que me deje a mí, pero no...se reviró y casi me mata. No lo puedo dejar, no me deja. Los más grandes te agarran entre muchos y te fajan, vos para defenderte te tenés que vengar cuando están solos, ahí voy con el cuchillo de casa, ¿viste esos de punta de la cocina de tu vieja? y se lo metes abajo del estómago un toque y te vas, total ya estás jugado ". " Una vez a uno le cortamos el dedo, se lo corté yo, estuvo bueno, con una sierra chiquita y se lo mandamos en una cajita a la vieja del chabón que se estaba zarpando con nosotros. Lo dejamos tirado en Lugano y ahora el chabón lo abrió todo a mi amigo, desde el estómago casi hasta el cuello, en la puerta del colegio. Estoy medio cagado por eso, el flaco se va a vengar ." " Mi vieja si se entera me mata, me vuelve a internar pero ahí aprendes todo y no me importa. Yo protejo a los que no se pueden defender, mis hermanos que son más buenos que el pan y no quiero que me vean conmigo porque si se quieren zarpar la buscan a mi hermana y ahí sí que se pudre ". Le pregunto si alguna vez disparó un arma de esas que tiene escondidas con alguna Playboy que le vende, sin que se entere su vieja, el diarero de la esquina y la play station. " La primera vez era muy chico y fue entre varios a uno que se había zarpado ". ¿Y qué le pasó? " Se murió, después lo tiramos al río pero ahí eso es más frecuente que acá y nadie reclama por los chicos, están abandonados, es cualquiera ". " Ahora, a mí no me da para disparar al cuerpo, tiro a la pierna pero alguna vez pasó, los policías se lo merecen ". Podría seguir contándome cientas de anécdotas, tiene más historias y conoce la calle mejor que nadie. Drogas, prostitución, corrupción policial, desidia institucional, la sociedad del consumo. Causas, consecuencias. Me quedo con otra idea más global, algo que no se dice, que no es tapa de un diario. ¿Cuál es el índice de amor en este país? ¿Y en el mundo de estos tiempos? La violencia familiar es la cabeza de cualquier violencia por ser la primera, la fundante y la que nos guiará hasta el fin de nuestros días. Sobra odio aunque no se si él sienta eso. Lo entiendo, no lo comparto, pero vivir así es difícil y hay que defenderse antes que te aplasten y pases a mejor vida. Falta amor. No hablo de valores sino de comprensión, de escuchar, de contener. Amor. Ya está, la nota se termina, espero que no se te haya echo tan larga. ¿Ahora que vas a hacer al respecto? Es cierto, ¿qué se puede hacer? Por lo menos tomate un minuto para pensar que detrás de las estadísticas se esconden historias y que las noticias no solo están en la televisión ni en los diarios. Que la vida algo tiene que valer todavía. Ahora sí, hace lo que quieras. Ahhh, él tiene 15. No tuvo tu niñez. No tuvo. Pero tampoco es adulto. "¿No sabes dónde venden Nintendo más baratos, por tu barrio venden ?" "¿Jugaste el de Mario Bross?" Le contesto que todavía no, que tenemos que jugar uno de estos días. Un chico te puede enseñar más de lo que te imaginas.

 

* Redacción Alerta Militante

 

 

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